lunes, 1 de agosto de 2016

Maga Losnay, dietario # 561


El pájaro de los días vuela y reduce el cielo al paspartú del cuadro que lo enmarca en los ojos. Transita, y en su tránsito iguala horas, tardes, recorridos. El ave del tiempo extiende sus alas de sudario sobre los cuerpos dormidos. Entre mirar de dónde viene y querer saber a dónde va, se queda el presente sin presente. Mojón que en la carretera señala impertérrito el mismo significado. Aspas de molino que han memorizado su senda. Escrutinio estéril antes de que el acontecer ocurra. Tiempo, un pájaro que huye. Ave que se ha detenido; quien despierta habita un espacio.