martes, 19 de julio de 2016

Becqueriana / 91


Lo que eres, cómo eres, lo saben mis manos de memoria. Son las grandes expertas en ti. Conocen el tacto de tu melena, la suavidad de tus hombros, la comunicación de tus manos. Caminantes de las praderas de tus vestidos, compañeras de las palabras que te digo, buscadoras de florecillas silvestres para colocarlas en tus ojales. Mis manos. Las miro cuando quiero verte. Son un espejo de la dulzura que les has transmitido. Son también un oráculo de mis deseos. Son los ojos que leen el libro de tu cuerpo y son la pluma que escribe en él mis poemas.