jueves, 18 de diciembre de 2014

Teoría del Lugar \ 5


El lugar nunca es el lugar a secas. Aparece vestido con su condición metafórica. El lugar es siempre el valor que evoca. Las ventanas que quedan abiertas delante, para mirar dentro y ver reflejado, en el espejo del fondo de la sala que lo contempla, el lugar que ha quedado fuera. Se comprende el lugar en los juegos oblicuos de las metáforas. En lo que despierta cuando la luz lo dibuja en la retina. Ese descerrajado baúl de palabras que se guarda en el altillo de la memoria. Pero las metáforas son columpios. Cualquier signo, despertado, conduce a un lugar.