sábado, 17 de mayo de 2014

Portuaria # 3


—Sí, es de los nuestros.
—Es cierto. Pero.
—Nada de peros. Es uno de los nuestros. Y basta.
—De acuerdo, de acuerdo. Sí, estoy de acuerdo.
—¿Entonces?
—Bueno, está aquel escrito, ya sabes. Quizá lo redactó sin creerlo.
—Di obligado.
—Quizá empujado por las circunstancias.
—Di manipulado. ¡Coaccionado!
—Pero ahí está. El texto.
—Como si no estuviera. Lo quitaremos de las obras completas.
—No se puede hacer eso.
—¿Por qué? Tú mismo lo has dicho. Obligado y manipulado. Son palabras tuyas. Luego, si no es suyo, hay que retirarlo.
—Eso es imposible.
—Me pregunto si tú eres de los nuestros.