Para M.
Las calles recitan cada día su
poema. Para quienes no lo conocen y pasan por allí al acaso de una gestión, es
una única salmodia. La canción de todas las calles. El tránsito, los comercios,
las marquesinas en las paradas de los autobuses, el debate de los semáforos.
Para quienes transitan todos los días, sin embargo, nada hay tan diferente a
una palabra como la misma palabras pronunciada en otro tono, leída en otra
frase. Nada tan distinto como la melodía que recita cada día la misma calle. La incidencia de la luz sobre las paredes,
cristaleras, miradas. Su convicción.