Se ama con la memoria. Fiar al cuerpo el amor es como dejar a su propia responsabilidad la educación de un niño. Cederlo al alma lo arranca de la realidad. Claro que se puede vivir la vida en otra vida, a veces con mayor intensidad, pero no es el propósito del amor. Ideal y cuerpo se alían bien, sin embargo, para darle profundidad a la memoria de quien ama. Para cavar en ella los cimientos de una vida. También el desamor se origina y crece desde la memoria, por eso resulta tan doloroso, porque transforma el sentido de lo vivido.