martes, 12 de julio de 2011

Descalzo por el bosque 4

La ciudadela de Pious Gobón se alza señorial sobre un escarpado promontorio en mitad de la llanura. Sólo las cabras ascienden por sus laderas. Sus guerreros, con el paso de las generaciones, compartieron la inexistente tarea defensiva con otros oficios. Unos fabricaban quesos, otros practicaron la oración como garantía de la paz que disfrutaban. Con el tiempo, los soldados queseros abandonaron la peña agreste para estimular la venta de sus productos, y los orantes salieron en busca de nuevos beatos para sus creencias. Y las calles de la fortificación, nunca conquistada, quedaron sólo a merced de perros y de ratas.