—¿Señor Monet?
—¿Sí?
—Mi nombre es Villaespesa, Francisco Villaespesa, soy poeta español.
—¿Español?
—Sí, poeta. Villaespesa. ¿Le suena?
—Ah, poeta.
—Bravo. Señor Monet, quería hacerle una pregunta, ¿sería posible?
—Poeta…¿es usted acaso el mejor poeta español?
—Lo intento. Publico mucho. Tal vez demasiado, los editores me piden libros constantemente y soy débil para decirles que no.
—Hay que aprender a decirle no al mundo.
—Es difícil, cuando se es poeta.
—Humilde oficio. Y hermoso.
—De eso quería hablarle.
—Dígame.
—De los nenúfares, también humildes y hermosos. Me pregunto de qué serán símbolo.
—¿Símbolo los nenúfares? De nada. Sólo son remordimientos.