martes, 11 de diciembre de 2007

«Con sus patitas / la cucaracha muerta / sostiene el cielo», jaiku de Jesús Aguado

A uno le gustaría firmar el mar. Un poeta lo hizo: Assinar o mar ere el título de su libro, que en portugués suena mejor. Si uno no puede atribuirse el mar, mejor se conforma con maravillas menudas: una cetonia dorada en el tronco de una encina. O dicho en letras, un jaiku. Por cualquier poemilla de Shiki, de Buson o de Santôka daba la mitad de mis endecasílabos, pero el resto lo guardaba por si Jesús Aguado quisiera cambiarme este jaiku suyo donde se dan la mano lo más ínfimo y lo más sublime de la existencia. Con estremecimiento.