miércoles, 18 de junio de 2025

Los mensajes callados, cinco



El sol dorado de la tarde, cuando consigue colarse entre los árboles de la plaza, vivifica las paredes de los edificios antiguos y les proporciona un efímero atractivo en el que, por otra parte, nadie repara. A mí me gusta alzar la mirada a esa hora por ver cómo los tristes desconchados y las griegas fugazmente bailan en una fiesta de etiqueta. Disfruto también si el sol besa los cristales de las ventanas y provoca destellos en el aire. A veces tropiezo con una persiana echada e imagino dentro los ojos del huésped recluido que se ha quedado sin paisaje.

viernes, 13 de junio de 2025

Los mensajes callados, cuatro



Si tuviera que dibujarlo, como cuando se es niño y lo pensado se expresa con monigotes y rayas, retrataría un viejo escriba, sentado a una mesa de madera recia, frente a un cartapacio antiguo y con los dedos impregnados de tinta. Así mostraría la idea de tiempo. Su pasar es tan legible como la caligrafía. Nada transcurre sin un signo. Traza rugosidades y estrías sobre la piel de los cuerpos. Sombras en los objetos. Incluso hendiduras en las piedras. Nada escapa a su escritura física, constante, delatora. Enfrente se le opone un término imposible de leer. Impenetrable. Hueco. Lo eterno.

lunes, 9 de junio de 2025

Los mensajes callados, tres



La gallina que ha saltado la empalizada se mueve, inquieta, hacia un lado y hacia otro. Trata de regresar al corral, pero no sabe cómo. Recorre con dudas el perímetro. Asciende luego por el talud lateral, rodea los árboles como buscando un consejo de su quietud. Cacarea de modo lastimoso, perdiendo la voz. Mira desconcertada el mundo al que sin darse cuenta y sin quererlo ha llegado. Escucha, a lo lejos, el esbozo de canto con el que el gallo transmite su presencia, y eso parece ponerla más nerviosa. Nunca se ha sentido tan sola y, de repente, tan incomprensible.

miércoles, 4 de junio de 2025

Los mensajes callados, dos



No creo que lo peor que pueda ocurrir sea un día primaveral de niebla. Densa, temible, heladora. Recuerdo a padre maldiciendo al cielo glacial. Reniegos que me hacen dudar entre sentidos, ¿lo que hay detrás del aire impenetrable comprende los insultos? Teme por los brotes tiernos en los frutales, pero a mí solo me interesan las experiencias de vacío que aletargan la mirada. Empezó cuando era niño. Cansado de árboles y peñascos, en la escuela de repente veía cómo la niebla dibujaba cientos, miles de ventanas iluminadas en una noche de rascacielos neoyorkinos. Como en el cartel de una película.

domingo, 1 de junio de 2025

Los mensajes callados, uno



Que lee, me dice, uñas. Tanto las que ha lavado el agua como aquellas que están de moda, decoradas con esmalte. No le creo. En absoluto. ¿Qué sentido tiene que la existencia escriba en un lugar que continuamente crece y cada poco se va cortando? Insiste para que abandone mi mano sobre las suyas. Como veo que por detrás se ríe de su propia ocurrencia, mientras trata de mantenerse serio, accedo. Susurra algo sobre unas «hermosas uñas» mientras aprovecho para leer las suyas, comidas a dentelladas por un carácter, da la impresión, exaltado. Compruebo mi error. Nada permanece en silencio.

martes, 27 de mayo de 2025

Segundo libro de odas (7)



Como asustado por un ruido al otro lado de la ventana, el arroyo se ha echado por los hombros una capa de neblina y así cubierto asoma por la puerta de la mañana. Al acercarme, le tranquilizo. No vengo a reclamar afrenta alguna, ni traigo exigencias en mi paseo. Parece que mis palabras lo tranquilizan y cuando su voz cantarina me alcanza, ya se ha disipado la nube que lo cubría. Me siento sobre una piedra, en la orilla, y contemplo su imaginación incansable en los reflejos que bailan sobre la superficie. Qué contento está de irse, permaneciendo aquí conmigo.

viernes, 23 de mayo de 2025

Segundo libro de odas (6)



Detrás de la casa que acabo de alquilar hay un huerto. El dueño anterior guardaba en un rincón cañas para las tomateras y una vieja mesa donde preparar semilleros. La tierra aún parece un niño recién peinado por su madre. Los vecinos me auguran exquisitos calabacines, como los que les regalaba quien ya no está. Me sacio con tan poco en las comidas que no sé qué haría con una producción tan extensa. He decidido que voy a plantar, en lugar de patatas y judías, crisantemos. Me alimenta más el color que las verduras. Más las ausencias que el presente.

domingo, 18 de mayo de 2025

Segundo libro de odas (5)



A la hora en la que el panadero saca la última hornada de la noche, pensando ya en irse a casa, tan enharinado como la mañana de invierno, ya estoy en la puerta esperando junto al helor, con las orejas tiesas, la nariz colorada. Si llorase de frío, las lágrimas al instante se transformarían en perlas heladas sobre mis mejillas, como las de una virgen. Voy dando saltitos sobre las losas del zaguán mientras la dependienta coloca el pan en las repisas. ¿Hay algo mejor que abrazar una hogaza recién salida del horno? Regreso a casa un día de primavera.

miércoles, 14 de mayo de 2025

Segundo libro de odas (4)



«Antes», digo con frecuencia, hable de lo que esté hablando. Mi palabra favorita, si alguien me lo pregunta, le diré que es «presente» mi elección. «Éramos», repito. No porque me guste este verbo insípido, sino por la sílaba esdrújula. Suena bien. Tiene hondura. Diría incluso que posee dualidad. Lo pronuncio y casi en relieve surgen del aire dos cuerpos que caminan de la mano. Dos sonidos que se acompasan. Dos colores que combinan. Siempre he pensado que lo valioso es el «ahora». Aunque, por más que insista, no dejo de ver hojas secas arrastradas por el viento en la calzada.

viernes, 9 de mayo de 2025

Segundo libro de odas (3)



Lo cuentan las flores, incluso las que nacen en los taludes. Lo recuerda el cielo diáfano de las madrugadas. Los pájaros la proclaman sin acusar cansancio en sus esfuerzos. Y cuando salgo a recorrer algún camino, incluso balan con alegría las ovejas que descubren en una mata medio seca entre piedras un festín. Lo leo por todas, pero no se lo aprenden mis ojos tristes, mi sonrisa ausente. Hay en la pena una hondura que ahoga cualquier imagen. Quien se encarama en el brocal de un pozo tampoco consigue ver el agua. Y solo logra escucharla si lanza una piedra.

lunes, 5 de mayo de 2025

Segundo libro de odas (2)



Sé que un día dejaré de acudir al puerto los días en calma. No está lejos, cuatro travesías y una avenida. Aun en invierno, me gusta sentarme en un noray y que su humedad traspase la tela del pantalón y alcance la piel. En casa me lo recriminan, lo sé, pero con lo desagradable de la sensación regresa el tiempo en el que lo sentía dentro del barco, con el viento azotándome el rostro. Mientras pueda, he de venir cada mañana para ver zarpar las tripulaciones. Luego, en la taberna, almuerzo. En seco. Es lo que gano con la pérdida.

jueves, 1 de mayo de 2025

Segundo libro de odas (1)



No existe gallo que suba a un alto para anunciar el día, eso lo sé desde el principio. En su lugar hay quienes hacen oídos sordos a su despertador mientras atraviesa techos y paredes dispuesto a impedir el sueño a todos menos a su dueño. Tampoco sé por dónde se mueve la luna, porque mi ventana solo alberga una esquina de cielo donde nunca ocurre nada. Que me acostumbrara es lo que me decían. Al salir miro en dirección al castillo, pero no hay castillo, únicamente veo bloques y bloques. Ni una sola urraca vuela delante para llevarse las culpas.

sábado, 26 de abril de 2025

32 Miradas



¿Callármelo, dices? Cómo voy a entregar al embozado y pérfido silencio lo que acaba de ocurrir en el presente de hoy, no en el presente de lo que nunca ocurre. ¿Es que imaginas siquiera por un instante que lo que una mujer vive y goza al vivirlo por ser una mujer merece ser sepultado sin piedad en el olvido de las catacumbas? Ya ves. Ni lo sueñes. He de proclamarlo en el foro, alzada sobre una tribuna, como emperador que recibe las legiones después de una victoria. ¿Es que no sabes quién soy? Pues escucha: ¡Soy Sulpicia y estoy enamorada!

martes, 22 de abril de 2025

31 Miradas



¿La realidad, dices? No me hagas reír. ¿Qué brazo tiene la realidad, qué espada sujeta, con qué agallas la maneja, qué furia le imprime su fuerza devastadora? Ah, la realidad, la realidad… Un simple artificio de las saturnales. Esperanza de los paniaguados. Comidilla de filósofos. He visto cómo los flojos de cintura se acogen a su nombre igual que sacerdotes del templo a la divinidad que les da de comer. No hay realidad que valga, solo existe la voluntad de la daga prendida al arnés. Cuando su filo roza el frágil cuello de quien impide que mi antojo se cumpla.

viernes, 18 de abril de 2025

30 Miradas



No es mariposa, tampoco es murciélago, porque no vuela. Es vuelo en sí misma, fuente de un caño que rocía con múltiples sentidos. También se puede afirmar que es río por su fluir, sin ser de agua ni ser de piedra. En su ser de casi nada la densidad se la otorga la lejanía desde donde la alcanza lo que sea que anude en cada tramo con los dedos. Avanza con el silencio de un repique oído en las afueras. Por más vestida que parezca, es desnudez pura. Se manifiesta como instante del lugar y tiembla como casa del tiempo.

lunes, 14 de abril de 2025

29 Miradas



El río no se detiene por nada. No es como nosotros, animales asustadizos ante algo que ocurre, tan incomprensible de repente. El río continúa su tránsito desentendido, hacia un lugar lejano que no hemos visto nunca. Tanto le da que nos bañemos dando gritos o que regresemos secos y aburridos a casa. Que haga sol o que llueva. Cómo me gustaría haber sido río aquella mañana de verano. Nos habíamos desvestido deprisa, ávidos por lanzarnos desde la piedra hacia el centro de la poza. Reíamos, cantábamos. Al río le daba igual. Tan indiferente como siguió después de que hubiera ocurrido.

miércoles, 9 de abril de 2025

28 Miradas



Qué vómito de muertes asola Tebas. Ríos de sangre de una única sangre. El aire transparente de estos campos, el sol que hace reír al agua en cada aljibe, el trino desacompasado de tantos pájaros que resulta imposible memorizar sus nombres. Qué repugnancia de vísceras rodando por la arena. Y quien aún lo oye no puede verlo, huecas las cuencas de sus ojos. La ciudad serena, alboroto de carretas en días de mercado, gentío a las puertas del teatro. Cómo amaba el silencio cuando la guardia cierra las siete puertas y solo llegan noticias del cielo estrellado. Qué letal dilema.

viernes, 4 de abril de 2025

27 Miradas



Por el camino, abrupto, pedregoso, ni se me ocurre pensarlo. Tengo las piernas acostumbradas a las pendientes morales. Los brazos, diestros en el impulso del cuerpo. Avanzo rápido. Evito las conjeturas. Me basta con concentrarme en el ascenso. El repecho final lo asumo con entrega y no pierdo el paso del pastor que me guía, con extrañeza aún de que alguien quiera perderse en alturas inclementes sin ir tras una cabra extraviada. No miro hacia abajo ni presiento lo que he de ver, permanezco atento a la agreste senda. Solo cuando alcancemos la cima, abriré los ojos. Y el pensamiento.

martes, 1 de abril de 2025

26 Miradas



Nada que no haya vivido. Es cuanto le digo a la pluma mientras su ombligo reposa en el tintero colmándose de palabras. Un ventanuco vierte una claridad delicada que se remansa sobre la hoja del pliego. Me aguarda su extensión vacía, lo sé porque al mirarla sueño con una escritura armoniosa, de mar en calma, diáfana para los ojos que han de leerla a través de su celosía, igual que en la mirada se conocen las intenciones que el habla silencia. Nada que no nazca de verdad, le repiten mis dedos al sujetar el cálamo con presión. Únicamente luz oscura.

viernes, 28 de marzo de 2025

El río / 7



Tantas veces como he soñado convertirme en el pilar que sostiene el arco de medio punto por donde transcurre el puente, sobre todo en días de ventisca, ninguna me ha hermanado ni un ápice con la piedra. Mejor así, me consuelo, porque de ser pilar soñaría con transformarme en transeúnte y ver qué hay más allá, en la plaza, donde me han dicho que montan puestos de alimentos en días de mercado. Es algo que podría hacer ahora, sin que me costara demasiado. Cuantos cruzan el puente no van a otra parte. El único fiel a su sueño soy yo.

lunes, 24 de marzo de 2025

El río / 6



Desde aquí no hay vistas sobre los tejados de las casas, pero los imagino ondulados, como un muchachote recién peinado por su madre. Tampoco consigo ver las chimeneas que escriben en el efímero papel de la luz durante las tardes de invierno. De todo me hago una idea, sin embargo. Es mi manera de contemplar lo que no se me muestra. Miro los álamos alineados en la ribera y presiento en su quietud la torre de la iglesia y el mirador del palacio. En realidad, qué poco importa lo que vea o deje de ver, si el contarlo es desvariar.

miércoles, 19 de marzo de 2025

El río / 5



—Hoy atraviesas un puente. 
—¿Por debajo o por encima? 
—Aquí el único que lo cruza por debajo soy yo, no trates de confundirme. 
—Has empezado tú. 
—Claro, no es mi aniversario. Vivo cruzando puentes constantemente. Pero este es solo para ti. 
—No me lo recuerdes. 
—Vaya, ¿y a dónde dices que va el camino al otro lado? 
—Al mismo sitio que tú. Al mar. 
—Te gustan las metáforas, ¿eh? 
—Esta es antigua. 
—¿Y qué? ¿Qué piensas? ¿Último puente? 
—Cuando se seque el cauce podré cruzarlo por debajo, como tú. 
—No fantasees. 
—Mientras tú fluyas, yo tranquilo, encima todo es puente.

viernes, 14 de marzo de 2025

El río / 4



La soledad de donde procedo un día me abandonó en el lecho de un humilde arroyo. Fue una tarde antigua, lo recuerdo por el estilo de las columnas que sostenían las nubes en el cielo. Me había deslizado hasta lo profundo del cauce en busca de un sentido para lo que me proponía describir. Y al encontrarlo, allí agazapado entre unas piedras que tuve que remover, inmediatamente imaginé a cuántos podría interesar mi hallazgo. Con qué sonrisa de satisfacción aquella multitud recibiría mi descubrimiento. Salí del pozo sin nada en las manos. Y no supe cómo proceder ante tanta compañía.

lunes, 10 de marzo de 2025

El río / 3



Has perdido tu color, río, te digo desde lo alto del paseo sin esperar ninguna respuesta, y tal vez por esta certidumbre, continúo echándote en cara la opacidad con la que transitan tus aguas. Las veo tan distintas al cauce donde me bañaba de niño, en una pequeña playa, muy cerca de un terreno de ribera que pertenecía a mi abuelo. Solo nos daban miedo las pozas, recodos donde la corriente se remolinaba con violencia y era capaz de tragarse un árbol. Y sin esperarla, escucho tu respuesta en cuanto me descuido: Tu cabello, entonces, era mucho más oscuro, ¿no?

miércoles, 5 de marzo de 2025

El río / 2



Junto al estrépito de las aguas bajan desde las montañas, arrastrados por la corriente, también algunos silencios. Se acodan a mi lado en la baranda donde contemplo el río. Y sin que me dé cuenta, me han despeinado. Mentiría si digo que trato de escucharlos. Sé que me rondan, se adensan o diluyen, según, no soy capaz de establecer las reglas que cumplen. Quisiera que continuaran hacia el estuario y si entonces se remansan, con quedarme en el puente y dejar que la melodía me arrulle me bastaría. Bajan con lo que se pierde, pero no dudan, se quedan conmigo.

sábado, 1 de marzo de 2025

El río / 1



La corriente ata un lazo en torno al pilar del puente al pasar. Argollas que los alpinistas abandonan en la pared del pico que escalan. El flotador que olvida en la arena el niño que ha aprendido a nadar. Pienso en los círculos que la memoria no retiene. El globo que se suelta de la mano para ver cómo se aleja hacia lo alto, arrastrado por la brisa. De repente me he puesto a buscarlo, allí donde podría haber caído. Entre la maleza de algún descampado o sobre la aspereza del asfalto en cualquier avenida de salida de la ciudad.

martes, 25 de febrero de 2025

Primer libro de odas (7)



Veo ponerse el sol, cuando no hay nubes, detrás de las montañas y aunque vaya atareada, como una niña pequeña me quedo pasmada contemplándolo. Una bola de fuego que se esconde para que no la encuentre. Un lingote de metal candente que se enfría igual que la sopa que no quería comer. Sin tener sentimientos religiosos, mirarlo así detenida en mitad de la calle, con esa profusión de reflejos y colores por el cielo, quizá sea una forma de rezar. Hace siglos que el sol no es un dios, pero pienso en mis padres fallecidos y continúa siendo una metáfora.

viernes, 21 de febrero de 2025

Primer libro de odas (6)



Ahora no negaré que durante toda mi adolescencia fantaseara, desde que una novia de mi hermano mayor me pusiera al día, con el lugar propicio donde aquello tan trascendente iba a acontecer. Aunque fueran muchas las posibilidades imaginadas entonces, y que ahora habré ya olvidado, lo cierto es que nunca me detuve a soñar que ocurriera donde pasó. Habíamos quedado los dos solos a una hora determinada en el parque, junto a la vieja muralla. Llegué antes y por bromear me escondí en un recoveco que forma el muro junto a la torre. Y allí apareció él, encantado de encontrarme.

lunes, 17 de febrero de 2025

Primer libro de odas (5)



De las tardes de aquellos sábados de bonanza en el espigón prefiero no acordarme. Nos sentábamos en las sillas plegables. Las olas se aproximaban a las rocas algo tímidas, pero con constancia. A veces me asustaba que rebotaran entre dos piedras y el sonido se alzara desde algún agujero como un eco que llegaba de lejos. La caña, erguida, permanecía impasible la mayor parte del tiempo, que daba la impresión de no existir. O al menos hasta el latigazo enloquecido del carrete. Que hubieran picado era el acontecimiento. Un resorte repentino nos sacudía. Chillaba. A eso lo llamábamos ser felices.

jueves, 13 de febrero de 2025

Primer libro de odas (4)



Al pueblo solo de vez en cuando se acercaba algún automóvil. El autobús de línea y el camión de reparto venían a su hora el día que tocaba. Desde el mirador no costaba adivinar cada una de las visitas por la polvareda que levantaban en el camino de ascenso. La de los vehículos más veloces, aunque fueran más pequeños, era mayor que la de los grandes. La llegada de algún forastero despertaba la intriga de los vecinos y en el desconocimiento prendían las conjeturas. Las de los demás. Las mías se desataban cuando la arena permanecía intacta en el suelo.

domingo, 9 de febrero de 2025

Primer libro de odas (3)



Pintor paisajista, el río se sienta en la silla de tijera de su cauce, la paleta en una mano y el pincel en la otra, a retratar cuanto permanece inmóvil a su alrededor. La arboleda, el puente de piedra, las nubes ociosas en los días de sol. Elige los colores en el repertorio de la primavera. Los unta con cuidado y al extenderlos sobre el lienzo jaspeado de su corriente le colma la búsqueda de plenitud. Hay quien piensa que es un espejismo, una forma de engañarse. Que siempre algo acaba por irse. O él o el día. Yo no.

miércoles, 5 de febrero de 2025

Primer libro de odas (2)



Los nombres de aquellos que un día se marcharon solos al amanecer, con un hatillo al hombro y poca comida dentro, los seguimos recordando, pronunciándolos en cualquier conversación, hasta que empiezan a desgastarse, igual que ocurre con sus rostros, o se confunden con los de quienes habían partido antes y ya no conseguíamos distinguir unos de otros. Pero algo en la memoria los mantiene ahí, a pesar de los años, y si un día, en una calle, alguien se cruza con un mozalbete de ciudad y le mira a los ojos, sabe quién es el padre y cuándo se fue.

sábado, 1 de febrero de 2025

Primer libro de odas (1)



Ah el tiempo en el que los cuerpos iban envueltos en túnicas que el viento alborotaba y las canciones expandían los secretos. Para ir al teatro bastaba con calzarse las sandalias y atar su lazo en lo alto de la pantorrilla. La escuela era un patio con un olivo y una fuente que administraba los silencios. Lo que valía la pena ser leído se enroscaba y era fácil transportarlo en una mano si la tarde era benigna. La playa era un lugar solitario donde al oscurecer, entre las dunas, la vegetación exhalaba suspiros. Una oda era el compendio del mundo.

lunes, 27 de enero de 2025

Cita *****



No hay pesetas que basten para sufragar una trova que alcanza el corazón y se aloja en la memoria junto al acto penitencial, el credo, el padrenuestro o la plegaria eucarística. Pero qué feo sería pagar por unos versos por sentirse poseedor de la belleza. Si algún día lograra escribirlos yo, con mi torpeza habitual para todo lo que se considere estudios, difícilmente existiría otra razón para hacerme tan feliz. En ocasiones, mientras arreglo con las manos un desajuste mecánico o engarzo las piezas de un engranaje, me quedo pensativo. Ah, si aquellos metales sueltos fueran palabras en una frase.

jueves, 23 de enero de 2025

Cita ****



Qué difícil resulta destrenzar el silencio que emana de la pared y de los muros. Ni siquiera un furtivo dibujo consigue moldear un pensamiento diferente. Y, sin embargo, con qué sencillez se impone el lodo de la rutina y hasta parece que dé lo mismo un grito que una canción. La que cantábamos en el coro, de niños, los domingos. Repeinados, aromas de colonia a granel, corbatas con elástico, mano quieta sobre una mancha de helado en la chaqueta para que no lo viera el coadjutor que lo dirige. Qué oscuridad en medio del claro día que la mirada contempla.

sábado, 18 de enero de 2025

Cita ***



Nada hay que tema más el extraño que una citación. Conoce la lengua que se habla, pero nunca consigue entender qué le dicen las frases que lee. Le recuerda los crípticos mensajes del evangelio, una cadena de parábolas que solo comprende el oficiante, aunque luego, al explicarlo en la homilía, tampoco aclare nada. Esta incertidumbre lo convierte, sin embargo, en más atento a cuanto ocurre a su alrededor y en más despierto ante las singularidades del lugar que dice que le acoge, no porque le acoja, sino porque no le queda más remedio que engañarse continuamente para evitar los requerimientos.

martes, 14 de enero de 2025

Cita **



No hay peor error que el de confundir una cita con una historia. Ni se parece a un capítulo. Tampoco posee la arrogancia de un fragmento. Es un contenido que no implica nada. Sin compromiso el amor actúa como un rito sin creencia. Mejor practicarlo al modo de los hombres de mi familia, que nada más salir el cura, se deslizaban hacia la puerta de la iglesia y enseguida encendían un cigarrillo. Quizá de este modo se excusaban ante lo invisible. Es lo mismo que practican las palabras en una cita, salen a fumar cuando se les exige un significado.

viernes, 10 de enero de 2025

Cita *



Cada maceta en el patio es una cita del jardín que no existe en la ciudad. Un breviario idéntico al que el viejo párroco tenía a mano para resolver cualquier disputa de fe. También la belleza ejerce su doctrina en las miradas y los campos silvestres, allí donde no los cultivan, su metafísica. Así, del gran poema épico solo permanece, con suerte, un par de versos en la memoria, que repiten quienes nunca los leyeron en el original. Cualquier flor o fruta evoca el vergel donde se sueña la vida, sin creérselo del todo, solo como quien entona una canción.

domingo, 5 de enero de 2025

Carta a los Reyes Magos



Queridos Reyes Magos: Os escribo para pediros que este año ni se os ocurra traerme nada. Pero nada de nada. Ni siquiera carbón. No deseo ningún regalo en 2025. Ninguno, ¿lo tenéis claro? Ni pondré zapatos en la ventana, ni platillo con pistachos, ni agua para los camellos. Os pido que paséis de largo. Que paséis de mí. Este año estoy enfadado. Muy enfadado. Con un mal humor insoportable. Y por nada del mundo querría que un regalo vuestro, cualquiera que fuera, apareciese delante de mí y me provocara en el rostro una sonrisa de felicidad. Por nada del mundo.

miércoles, 1 de enero de 2025

Relatillo de Año Nuevo



Feliz Año Nuevo, me dijo. Como lo oyes. No me había dirigido la palabra nunca. En la vida. Y no será que no lo hubiera esperado. Desde niña. Ni me miraba al cruzarse conmigo. Como si no existiera. Para él ni siquiera vivía. Era capaz de agacharse a acariciar la cabeza de un perro y juguetear con sus orejas erguidas o restregarle el hocico. Pero si me veía, desviaba la mirada hacia otra parte. Y aquel día, ¿tú lo entiendes?, se dirigió a mí mientras me sonreía, amabilísimo. Era, no lo he olvidado nunca, un dieciocho de octubre: ¿Año Nuevo?