domingo, 1 de junio de 2025

Los mensajes callados, uno



Que lee, me dice, uñas. Tanto las que ha lavado el agua como aquellas que están de moda, decoradas con esmalte. No le creo. En absoluto. ¿Qué sentido tiene que la existencia escriba en un lugar que continuamente crece y cada poco se va cortando? Insiste para que abandone mi mano sobre las suyas. Como veo que por detrás se ríe de su propia ocurrencia, mientras trata de mantenerse serio, accedo. Susurra algo sobre unas «hermosas uñas» mientras aprovecho para leer las suyas, comidas a dentelladas por un carácter, da la impresión, exaltado. Compruebo mi error. Nada permanece en silencio.