EL VISIR DE ABISINIA

Por el camino, abrupto, pedregoso, ni se me ocurre pensarlo. Tengo las piernas acostumbradas a las pendientes morales. Los brazos, diestro...

Nada que no haya vivido. Es cuanto le digo a la pluma mientras su ombligo reposa en el tintero colmándose de palabras. Un ventanuco vierte...

Tantas veces como he soñado convertirme en el pilar que sostiene el arco de medio punto por donde transcurre el puente, sobre todo en días...

Desde aquí no hay vistas sobre los tejados de las casas, pero los imagino ondulados, como un muchachote recién peinado por su madre. Tampo...

—Hoy atraviesas un puente.  —¿Por debajo o por encima?  —Aquí el único que lo cruza por debajo soy yo, no trates de confundirme.  —Has em...

La soledad de donde procedo un día me abandonó en el lecho de un humilde arroyo. Fue una tarde antigua, lo recuerdo por el estilo de las c...

Has perdido tu color, río, te digo desde lo alto del paseo sin esperar ninguna respuesta, y tal vez por esta certidumbre, continúo echándo...

Junto al estrépito de las aguas bajan desde las montañas, arrastrados por la corriente, también algunos silencios. Se acodan a mi lado en ...

La corriente ata un lazo en torno al pilar del puente al pasar. Argollas que los alpinistas abandonan en la pared del pico que escalan. El...

Veo ponerse el sol, cuando no hay nubes, detrás de las montañas y aunque vaya atareada, como una niña pequeña me quedo pasmada contemplánd...

Ahora no negaré que durante toda mi adolescencia fantaseara, desde que una novia de mi hermano mayor me pusiera al día, con el lugar propi...

De las tardes de aquellos sábados de bonanza en el espigón prefiero no acordarme. Nos sentábamos en las sillas plegables. Las olas se apro...

Al pueblo solo de vez en cuando se acercaba algún automóvil. El autobús de línea y el camión de reparto venían a su hora el día que tocaba...

Pintor paisajista, el río se sienta en la silla de tijera de su cauce, la paleta en una mano y el pincel en la otra, a retratar cuanto per...

Los nombres de aquellos que un día se marcharon solos al amanecer, con un hatillo al hombro y poca comida dentro, los seguimos recordando,...

Ah el tiempo en el que los cuerpos iban envueltos en túnicas que el viento alborotaba y las canciones expandían los secretos. Para ir al t...

No hay pesetas que basten para sufragar una trova que alcanza el corazón y se aloja en la memoria junto al acto penitencial, el credo, el ...

Qué difícil resulta destrenzar el silencio que emana de la pared y de los muros. Ni siquiera un furtivo dibujo consigue moldear un pensami...

Nada hay que tema más el extraño que una citación. Conoce la lengua que se habla, pero nunca consigue entender qué le dicen las frases que...

No hay peor error que el de confundir una cita con una historia. Ni se parece a un capítulo. Tampoco posee la arrogancia de un fragmento. ...

Cada maceta en el patio es una cita del jardín que no existe en la ciudad. Un breviario idéntico al que el viejo párroco tenía a mano para...

Queridos Reyes Magos: Os escribo para pediros que este año ni se os ocurra traerme nada. Pero nada de nada. Ni siquiera carbón. No deseo n...

Feliz Año Nuevo , me dijo. Como lo oyes. No me había dirigido la palabra nunca. En la vida. Y no será que no lo hubiera esperado. Desde ni...

Ni sé cómo llegamos a aquella conversación precisamente el día en el que nos conocimos. Ocurrió por casualidad. No tenía previsto entrar e...

Calles nocturnas sumergidas en niebla, farolas que apenas alcanzan a iluminar un círculo de humedad a su alrededor. Edificios desaparecido...

Crece. Pero no como la tormenta sobre la cresta de la montaña alta. Tampoco como el arroyo cuando las aguas desbordan el cauce durante el ...

Que no soporte el silencio en la expresión de mi rostro deberías comprenderlo, igual que no te sorprende que pase por la calle alguien dis...

Estaba seguro de que algo mío quedaría en mi retrato. Ya lo había probado casi todo y en diversas combinaciones, desde las confesiones de ...

No me voy. Tampoco tengo interés en despreciarte. No sé de quién eres súbdito, a quién rindes tributo. De ti no sé nada. Desconozco tus ra...

Ay del día que nieve en Córdoba. Una nevada alpina, rotunda, glacial, inapelable. La aguardo desde hace siglos, como un devoto. Incluso me...

Los animales que no existen heredan de los que existen todas sus carencias simbólicas. Son sus insuficiencias las que conforman el atracti...

Lo existente naufraga continuamente en el sinsentido que lo sustenta. La condena a la desaparición impide que fructifique una idea sobre l...

Una de las virtudes de lo inexistente es la falta de contradicciones en su esencia. El no haber acontecido nunca le libra de la imposible ...

Cuanto ha ocurrido se conserva atravesado por una lacerante contradicción, difícil de desentrañar. Por una parte, cualquier suceso, feliz ...

Las razones de la existencia de lo que no existe emanan de la propia experiencia del tiempo y de la condena a la inexistencia, antes o des...

Preocupa en el Sindicato del Crimen la fatal paradoja que ha conducido ante el juez a muchos de sus mejores integrantes mientras el nivel ...

Entre los autores de haikus existe la convicción de que una actitud pedagógica resulta conveniente en la escritura poética. Creen que sin ...

Los mingitorios de aeropuerto muestran una ciega vocación de servicio no siempre comprendida. Se trata de una ceguera que no se vincula al...

No dice gran cosa sobre su naturaleza la palabra «mancha» con la que se designa la pérdida de armonía cromática de un objeto o de una pren...

La mayor destreza del revisor en una línea ferroviaria es descubrir desde el andén al viajero que accede sin billete. Quizá por el escaso ...