Este «Diario del día siguiente» es el libro de los saberes y de los deseos convocados
para cuando ya no exista día. Celebración a la que por primera vez no se va a
poder asistir, sin que ni siquiera sea necesario excusarse. Y sin embargo, imaginado, ese día venidero,
acompañado por el pensamiento que deja una señal por donde pasa, iluminado por
las luces que han brillado en el instante antes de apagarse, ese día —el de la muerte libre, como escribe João Barrento
(1940)— le proporciona al tiempo la hondura de la que carece, la vida que le falta.