Tiene complejo de
que nadie la ha elegido. De que a ella solo se llega por su facilidad de trato,
su simpatía hacia quienes se conforman con cualquier cosa. Se lo atribuye a su
sobrepeso, que es el eufemismo que prefiere para no pensarse de otra manera.
También a su edad, que hace más opacas sus notas, menos agudos sus gemidos. Quisiera,
si fuera cantante, entonar alguna letra triste de empedrado húmedo al amanecer
percutido solo por dos tacones, uno de ellos torcido. Quisiera, si fuera
solista, pero no lo será nunca, artífice solo de las melodías compartidas. La
viola.
JOSÉ ÁNGEL CILLERUELO / LIBROS / ESCRITURAS
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viernes, 29 de junio de 2012
miércoles, 27 de junio de 2012
Einfach, innig
Fásmido del
pentagrama, extrae de su inmovilidad el azucarillo que disuelve sus notas entre
las del conjunto de cámara. Su piel de alpaca le hace propenso a las simetrías
entre sonido y destellos luminosos. Un alambicado sistema de clavijas juega al
escondite con el aire que el flautista introduce por una embocadura lateral en
el tubo de las metamorfosis. El aire disfruta buscando y encontrando el hueco
por donde huir en forma de dulzor. Estas cualidades las aprovechan los
flautistas para convertirse en figuras legendarias. Y es cierto que la brisa
les ayuda a esparcir su música y su melena.
lunes, 25 de junio de 2012
DVD, no una elegía, una oda
Porque nos gustaba leer a los poetas y evocar sus vidas, sus libros, ese gozo
nos puso en el camino de escribir, luego de hablar de ellos, y como uno no deja
nunca de vivir mientras vive, publicamos nuestros libros, editamos otros, pensamos
sobre ellos, seguimos avanzando quizá demasiado lejos, apartados y nostálgicos de
la playa donde comenzamos a amar la poesía. Cuando se pierde de vista este
punto, a donde le conduzcan a uno las mareas siempre será un extranjero. Hay
que elegir el momento para regresar, como las tortugas, al lugar donde nacimos.
Así he entendido que hacías.
jueves, 21 de junio de 2012
Langsam, mit melancholischem Ausdruck
Ausculta la madera el violinista para rastrear
en su pasado el instante cuando puede extraer el mayor líquido de una nota. Si
bajo los lamentos de un arce, siglos atrás, un enamorado grabó una inicial con
la punta de un cuchillo, la tabla armónica devolverá un ápice de sonido
gutural. Si nevó profusamente el año posterior a la tala del abeto blanco que
el lutier eligió como tapa, las notas huirán añoradas por las ranuras de las
eses. El violinista sabe la novela de su instrumento, pero nunca la cuenta.
No tiene tiempo. La vida se le va en conocerlo.
martes, 19 de junio de 2012
Lebhaft
En tardes de levante exasperado, un solitario
camina por la costa. En el estruendo irritado del oleaje batiendo contra las
rocas lee los sonidos que jamás saldrán de su instrumento. Junto a los muros
desolados de la fábrica, sorteando desguaces e inmundicia, un paseante absorbe
el espantoso rugido de la maquinaria. Atiende a cada una de las estridencias
que nunca ha de pronunciar su instrumento. Durante las riñas obscenas de la
taberna portuaria bebe su vino déspota el músico. Estudia la partitura que no soplará
en la boquilla de su instrumento. Conociéndola preservará el dulzor y la
candidez del clarinete.
domingo, 17 de junio de 2012
Amarga escribe la verdad
La da un empujón un viernes cualquiera a una
mentira y la echa a rodar en un mundo con las dimensiones de un cuartel. Quien
se propone esparcirla antes acude a la peluquería, elige vestuario, combina
tonos, estrena prendas. La mentira embellece. Del pozo ciego de su carácter
extrae simpatía, ojos risueños, palabras dulces, mano en el brazo, sabe que
convencer requiere antes gustar. La mentira seduce. Aquel empujón ya es un
propósito de vida, un súbito descubrimiento que redime de la angostura. Nueva
fe, militancia, credo. Ya nada se sostiene sin las virtudes de una mentira. La
mentira consuela.
viernes, 15 de junio de 2012
Nicht schnell
Las manos del pianista chapotean sobre la
alberca alargada del teclado. Saltan notas, aquí y allá, que las hormigas
reúnen en montoncitos antes de guardarlas en sus ciudades; las distinguen bien
de otras semillas que andan por el suelo, como los adjetivos o las formas
verbales anodinas, que no son de su apetito. Nunca se equivocan, ni siquiera
cuando la cantante entona con corrección la melodía. Les disgusta todo lo que
tenga dentro significado. Para alimentarse de esta grana hay otros insectos,
nocturnos, que se confunden con las sombras. Del cosquilleo del pianista
aprenden las hormigas sus pasos de baile.