Porque nos gustaba leer a los poetas y evocar sus vidas, sus libros, ese gozo
nos puso en el camino de escribir, luego de hablar de ellos, y como uno no deja
nunca de vivir mientras vive, publicamos nuestros libros, editamos otros, pensamos
sobre ellos, seguimos avanzando quizá demasiado lejos, apartados y nostálgicos de
la playa donde comenzamos a amar la poesía. Cuando se pierde de vista este
punto, a donde le conduzcan a uno las mareas siempre será un extranjero. Hay
que elegir el momento para regresar, como las tortugas, al lugar donde nacimos.
Así he entendido que hacías.