jueves, 10 de noviembre de 2022

Escrituras del barro / 1



Cuando se han quedado vacías las butacas y el murmullo ambiental de quienes se levantan con pereza y frases entrecortadas en la boca se ha trasladado, por el corredor de acceso, a otros espacios que ya no están en la oscuridad del lugar que es otros lugares, entonces, solo entonces siento la voluntad de contemplar lo que aún no he visto. Y si tuviera una cámara, fotografiarlo. El suelo, con restos de palomitas y envoltorios. Las cortinas, deslucidas a la luz. El silencio, ahora carente de significados. El vacío, un recipiente que se lanza, conmigo dentro, al cubo de basura.