domingo, 9 de febrero de 2014

Cuaderno de tapas rojinegras \ 7


Un tímido sol les hurta grisura a las nubes nómadas de la mañana, restos del temporal. La cordillera del Canigó, en el horizonte, luce una cresta nevada. Los almendros solitarios desbordan la carretera con flores diminutas que se apiñan para formar, desde lejos, una única flor. La casa encalada abre los ojos somnolienta cuando el olor a cerrado la abandona. El mantel que extiendo en la mesa lleva aguardando todo el invierno para sentir esta alegría. Febrero se prueba vestidos blancos frente al espejo. Da vueltas para ver cómo giran sus volantes. Sueña con los colores que nunca ha visto.