Llego de la calle cansado. El cansancio es la manera de ganarse un premio, el descanso. Me gusta descansar, no hacer nada; pero no es posible disfrutarlo si antes no se ha hecho algo costoso. De ahí que cualquier esfuerzo que me proponga llegue a mí con descuento. Me desvelo por hacer algo y al mismo tiempo sueño con llegar a casa fatigado para poder tumbarme aquí, las piernas estiradas, los brazos remolones, poner un disco y dejarme llevar por la corriente de la música río abajo mientras la brisa enloquece las hojas de los álamos y las alondras cantan.