Aunque supiera que el libro era de tu hermano, al leer la solapilla se han corrido las letras (Corralito ha tenido la culpa) y en lugar de Juan leía José y me asombraba tu, por un momento, nueva biografía: «Reside en Buenos Aires desde hace treinta años». De repente tu historia (y la mía) era otra. En Buenos Aires, treinta años. Si te he escrito a Málaga, si te he visitado en Torredonjimeno... ¿O te habré visto en Buenos Aires, donde no he estado nunca? El vértigo ha durado un instante, José, pero ha sido inquietante verlo recorrer las certidumbres.