JOSÉ ÁNGEL CILLERUELO / LIBROS / ESCRITURAS

martes, 23 de abril de 2019

Dietario de sensaciones, 55



Los aromas identifican lo que no se ve. El del café, olor del tiempo que arranca con su engranaje de minutos y horas. Y el del pan tostado, que lo es del otro tiempo, el que se lleva dentro, el que evoca los lugares donde corrían niñas, niños, luego adolescentes y hasta adultos, aunque todavía con la ilusión infantil en la mirada. Los aromas dan identidad a lo que se ve. El de las calles mojadas por la lluvia, la fragancia de las flores madrugadoras, los que abren los espacios y muestran su densidad interior. La salida de la cueva.