Si cerrar la ventana o dejarla así, de par en par a la luz de julio. Si puede acodarse a contemplar lo que no ve, pero sabe que está en algún lugar, o debe regresar al pie de la cama junto a quien ya no se encuentra donde ha quedado el cuerpo. Entre tantas cosas que madre le enseñó de la vida, Monsieur, votre chapeau s'il vous plait, nunca le quiso decir a Alejandra qué hacer en este momento. Si dejarse acunar por el oleaje que solo quien ya se ha ido escucha o conformarse con llorar. Madame, votre mer…