Nunca está sola la palabra soledad. Un artículo le brinda su mano y salen a pasear juntos por la frase. Una nube de adjetivos la ronda siempre con la intención de hacerla más grata, o amable, incluso acompañada. Hay verbos que la alejan y otros que la acercan. Sustantivos que se enamoran (y hasta dan esquinazo a sus artículos para poder verse a solas con ella). No siempre les hace caso, sin embargo, por sentirse más sí misma, pero a veces encuentra en alguna que otra palabra, en un momento de soledad, aliciente para dejarse querer, por ejemplo, en compartida.