JOSÉ ÁNGEL CILLERUELO / LIBROS / ESCRITURAS

miércoles, 27 de julio de 2016

Becqueriana / 93


El pijama inaugura otro tiempo. Le da sentido al espacio que acoge. Nada tiene que ver el tiempo pautado de las conversaciones entre desconocidos en los sitios obligados con el color azul de un pijama. El tiempo que merece el nombre de tiempo, porque se empuja para que concluya pronto, y se vaya, y deje fluir en un sintiempo al que llamamos Lugar. Un otrotiempo ahora íntimo, que no transcurre ni cansa, que se convierte en sala, en ventana, en habitación, en jardín o en cocina. Y que tiene en el pijama el símbolo más intenso (y fácil de quitar).

sábado, 23 de julio de 2016

Becqueriana / 92


Velo el sueño de mi dama. Escucho su respiración tranquila y soy el caballero que, con la armadura encajada y el yelmo cerrado, se arrodilla junto a su lecho. En una mano sostiene la lanza y en la otra un pañuelo bordado con encajes que tomó de ella como prenda. Nada se acercará a perturbar el sosiego, me digo con acento de otro siglo. La noche será el castillo de silencios que lo defienda y mis ojos los fieles, y feroces, guardianes. Al rato me quedo dormido, y menos mal que la armadura no retumba al caer sobre el colchón.

martes, 19 de julio de 2016

Becqueriana / 91


Lo que eres, cómo eres, lo saben mis manos de memoria. Son las grandes expertas en ti. Conocen el tacto de tu melena, la suavidad de tus hombros, la comunicación de tus manos. Caminantes de las praderas de tus vestidos, compañeras de las palabras que te digo, buscadoras de florecillas silvestres para colocarlas en tus ojales. Mis manos. Las miro cuando quiero verte. Son un espejo de la dulzura que les has transmitido. Son también un oráculo de mis deseos. Son los ojos que leen el libro de tu cuerpo y son la pluma que escribe en él mis poemas.

jueves, 14 de julio de 2016

De herbarios y poemas


Intuía en Ruy Cinatti una respuesta que ahora, frente al libro que ha pasado de ser una enigmática línea de bibliografía a un volumen ilustrado de tapa dura y firma del autor gracias al librero y amigo Miguel de Carvalho, confirmo. De un paseo por el campo, a veces de varios días, llega el poeta cargado de sensaciones, palabras y metáforas. Es decir, sin nada. Algunos garabatos, quizá, en un cuaderno de bolsillo. Una foto realizada por el propio Cinatti de su compañero de andanzas botánicas también le muestra a él de regreso de una caminata. Sin símbolos, con hojas.

sábado, 9 de julio de 2016

Curso de cine

Imagen LG, PS, JAC

En la película narran luz, cámara, espacio, colores, gestos. Y las narraciones entrelazadas interpretan. Quien desde lo oscuro mira es suplantado por las imágenes, su construcción y su significado. La película se ha montado sobre una línea temporal que, en la exhibición, se desarrolla por una pista paralela a la del tiempo de quien la mira. La luz no es su oscuridad sino la de los focos y filtros que matizan la piel de los actores. También la interpretación, cuando abran las puertas, se quedará interpretando, aunque ya frente a otras representaciones. El cine, su don perverso, mixtificador. La realidad.

martes, 5 de julio de 2016

# 560 oiɿɒƚɘib ,yɒnƨo⅃ ɒǫɒM


Voy a llamarle «tinta» a la brisa que aletea entre las hojas góticas del níspero. Al abejorro que zumba de camelia en camelia y desaparece tras el muro. A la música que acabo de sintonizar y propone que se baile. Al canto de los pájaros emboscados en la umbría. Al libro que se ha quedado abierto bocabajo en la hierba cuando he oído que me llamaban. A los surcos donde empiezan a verdear las plantas que hacen crecer frutos bajo tierra. Al horizonte de montañas y bosques que enmarca la ventana del cuarto. Le llamo «tinta» al presente y escribo.

viernes, 1 de julio de 2016

# 559


En las fresas del cuenco que dejo sobre el mármol de la cocina se lee el don de este día y en su lectura se elige el sabor de las horas. En la pizca de azúcar que esparzo por encima y que blanquea un instante los frutos para disolverse casi de inmediato en sus jugos adivino una metáfora de la escritura, que se deslíe en el curso de la vida y la endulza. Pero cuando el plato, ya dispuesto, presida la mesa donde brillen las fresas, el libro que ha enseñado a leer el tiempo quedará cerrado en el estante.