Una parte de los sobrecogedores libros de Christian Bobin (1951) solo se puede comprender a partir de los sucesos que narra La más que viva, la súbita muerte de su amada a los 44 años. Dietarios, evocaciones, memorias tristes seguirán a este primer título elegíaco, escrito en 1995, el mismo año de la pérdida. A partir de aquí, Bobin reflexiona sobre el sentido que cobra su propia existencia ante lo irremediable y sobre la dimensión espiritual que adquiere el amor. Un libro que da vueltas a la inextricable escritura de la vida, preludio solo de los misterios de la muerte.