Las ventanas son páginas de un cuaderno que guarda palabras del presente. En las ventanas quedan escritas las dimensiones de una mirada, el arco que traza el tiempo al recorrer el cielo, la intensidad cromática de una aguja en la copa del pino. Da gusto asomarse a las ventanas para pensar. Lo que en sus cristales se dibuja forma la colección de metáforas elegidas. Cada ventana se alza en la pared como un poema enmarcado. A este lado de la ventana siempre hay lo mismo que al otro lado. Quien contempla se convierte en lo contemplado. Cada uno, un paisaje.