—Una carretera.
—¿Carretera?
—Sí señor. Igual que una carretera. A veces estás en un sitio y quieres llegar a otro cuanto antes. Fíjate, no estás ni en un sitio ni en otro. Solo en la carretera.
—¿En la…?
—Equiliqua. En otras ocasiones has pasado por un lugar que te ha gustado mucho y al dejarlo encuentras otros que te gustan menos, querrías regresar al anterior, pero ya no puedes, y el lugar donde estás solo sirve para martirizarte de que no estás en el lugar que estuviste.
—¿Y?
—Mayormente, que no hay ninguna carretera. Transitamos por ella, pero no existe.