JOSÉ ÁNGEL CILLERUELO / LIBROS / ESCRITURAS

jueves, 5 de septiembre de 2013

Septiembre


Las uvas alargan el verano. Todo el sol condensado en su azúcar. Los días de mercado lo sujetan a los palos que sostienen los toldos. Aún hay quien se empeña en comprar una camiseta de tirantes para que no escape el calor. En el poema que el muchacho escribe bajo la sombra de un castaño la tarde tiene ojos lánguidos. La mira pasar sin atreverse a decirle nada. Niñas y niños hacen cola en un columpio para imaginar que alcanzan el cielo con su tecnología. El crepúsculo deja la letra de un nombre en cada ventana abierta a su frescor.