La luz de la lámpara es una piedra que impacta sobre las aguas tranquilas
de la página que lee. Un círculo alcanza el tablero oscuro de la ventana para dibujar con su tiza un arabesco. Ha de preparar un platito con doce
uvas, pero aún hay tiempo. Una manta de lana cubre en el sofá sus piernas.
Desde el tocadiscos suena un piano distante, como una letanía de los bosques.
Debería cenar algo, tal vez. Una honda calma llega desde la calle y lo invade
todo. De repente, un petardo, un griterío general, coches que pitan. Otro año. Continúa
leyendo.