Cuando esta tarde tu mano esté entre las mías, en el aparato tal vez cante Helpless Neil Young con guitarra acústica y armónica, los Housemartins nos encandilen con The light is always green o Paolo Conte entone un himno devastado como Azzurro. Quizá elijamos Motives for writing de Wim Mertens, un disco de Michel Nyman, las piezas para piano de Philip Glass o Different trains de Steve Reich. La sala posiblemente se colme con los sonidos de La lontananza nostalgica utopica futura de Luigi Nono, de la Rothko chapel de Morton Feldman o con John Cage y su sobrecogedor Thirteen.