sábado, 6 de octubre de 2018

1852. Rosalía escribe su primer poema en la Huerta de la Paz



Bajo el torso del cielo cuando se tumba sobre la hierba a descansar, sombrío, no somos más que hormigas en trajín. Y aplastada por la musculatura gris y negra del día, esta mesa de piedra donde escribo no pasa de diminuto guijarro. Idéntico a aquel con el que, bajo el papel, la pluma tropieza para torcer el trazo rectilíneo de la ele. Me pregunto si mientras duren poema y caligrafía quedará memoria en un verso de la gravilla que le molestó. O, de igual modo que las nubes se olvidan al día siguiente cuando aparecen con otro rostro, nada permanece.