domingo, 21 de junio de 2015

Es el verano


Graznan las gaviotas. Su sonido astillado impresiona en la madrugada. Parecen ellas las encargadas de romper, hoy, el envoltorio del verano y volcarlo sobre la ciudad, sobre los bosques, sobre las dunas. La luminosidad a chorro, su ceguera, la humedad que se perla en los cuerpos, los vistosos colores en las cajas de la frutería. Las gaviotas han roto con sus graznidos el celofán que recubría el verano dentro de la cómoda de los deseos. Lo han vertido en un cielo deshojado de nubes, en las ventanas abiertas de los pisos por donde se cuela el insecto de la carcoma.