sábado, 19 de julio de 2014

Cuaderno de tapas rojinegras \ 22


Abro los ojos y la realidad me muestra su acuario, las dimensiones del cuaderno en el que se escribe lo vivido. Si la frase sin darse cuenta las rebasa, se pierde en el aire, en la nada, donde la tinta del tiempo no consigue escribir. Este cuaderno exige, al registrar lo ocurrido, una caligrafía que ocupe la página. Pero la caligrafía con frecuencia se ensimisma. Solo consigue hablar de la blancura del papel. El significado, sin embargo, no está en la letra que lo consigna. La escritura también genera ensoñaciones más allá del acuario del cuaderno. Otra realidad escrita. Vivida.