viernes, 18 de septiembre de 2009

¿Y por qué lees eso?

Basta escribir un día sobre algo leído al azar, para que no haya página abierta que no hable de lo mismo. En ¿Para qué sirve la literatura? escribe el profesoral Antoine Compagnon sobre nuestros días y los que se avecinan: «En lo sucesivo la lectura deberá estar justificada, no sólo la lectura corriente... sino también la lectura culta». Ahora veo mejor el embrollo: lectores e intelectuales ya sólo leen si está justificado que lean (¿por su profesión? ¿por su periódico? ¿por sus colegas?, por quien sea). ¿Sólo los no lectores que leen se atreverán a leer sin justificación alguna?