Guido Cavalcanti (1858-1300)
realizó la triple conexión que convirtió la poesía en lo que es: la sensualidad
(li occhi), el sentimiento (il core) y la razón (la mente) entreverados. Una implicación
que atribuye el poeta italiano a los efectos de la dama: «Vos, que a través de
mis ojos pasaste / al corazón despertando la mente» —«e destaste la mente che dormia» dice en el endecasílabo original.
Una poética que no solo es del contenido, sino también de las formas irguiéndose
en la definición: la sensualidad del sonido, la certera expresión de la palabra
y lo ponderado de la construcción.