En los libros compartidos por fotógrafos y poetas, este suele mandar sus poemas y aquel mostrar sus imágenes. Y el maquetista se las ve y se las desea para maridar algún detalle. Pero los poemas de Marta Agudo en Veracidad del mapa leen el interior de las imágenes, o quizá sean las imágenes las que comprenden a los poemas. Pero no se interpreta la imagen, los poemas son sus poemas, con su estilo y temas, y parece que sea el fotógrafo quien haya salido a la realidad para descubrir qué comprende en la escritura. Más que un libro, una conversación.