No muchos, es cierto, pero sí hubo algunos ajedrecistas locales que analizaron durante cierto tiempo —sin ningún resultado— los extraños movimientos que practicó en la última partida del campeonato Dmitriy Lévedev, aspirante al título regional. El sentido hermético de sus jugadas conducía al absurdo irremediablemente. El posterior suicidio del ajedrecista catalogó la enigmática partida como fruto de la demencia. La revista Шахматный турнир ha rechazado, por considerarlo irrespetuoso con su memoria, el artículo donde, tras desvelar el valor alfabético de las jugadas de Lévedev, se descubre el siguiente mensaje: «Dasha, te quie». En este momento, el campeón clamó: «Jaque mate».